Miguel Angel López
Quiero empezar mi columna agradeciendo la oportunidad que se me da de contribuir en este esfuerzo de educación y difusión dentro de la industria de alimentos para mascotas en Latinoamérica, espero que esta columna sirva como un punto de contacto entre los diferentes profesionales de nuestros países con el fin de elevar constantemente la calidad de los productos que elaboramos.
Durante el tiempo que he venido ejerciendo mi labor de desarrollo de productos en esta región he visto una gran evolución; muy lejos quedaron los tiempos en que los alimentos para mascotas eran elaborados en peletizadoras con ingredientes de una calidad muy variable y con muy bajos controles de calidad y de proceso.
Un fenómeno actual y que es derivado de la globalización y la apertura comercial, es la presencia masiva de marcas multinacionales de excelente calidad en los canales de venta de nuestros alimentos. Esto lejos de verlo como un problema debe de servirnos para levantar nuestros estándares con la finalidad de ser competitivos frente a ellos.
Las tendencias del mercado han marcado caminos hacia la premiumización y humanización lo cual ha elevado el estándar de los alimentos para mascotas. Las empresas que fabrican alimentos cada vez se enfocan más en las medidas de desempeño aceptadas por la industria (palatabilidad y digestibilidad), dejando muchas veces de lado una correcta y adecuada nutrición y más aún, olvidando la seguridad alimentaria.
La seguridad alimentaria se basa en medir y controlar los procesos involucrados en la fabricación de productos así como los ingredientes que participan en la formulación de éstos. Una regla básica en formulación debe ser el considerar muy seriamente la salud de nuestros clientes (las mascotas) así como de sus dueños para lo cual es muy importante trabajar en el control de recepción y formulación de materias primas tanto animales como vegetales.
Considero que los puntos a los que me referiré a continuación son los llamados “básicos” para poder participar responsablemente en el mercado de alimentos para mascotas en la actualidad. Todo alimento desarrollado, por más económico que sea, debería de tomar en cuenta muy seriamente los siguientes hechos.
La medición y control de aflatoxinas en ingredientes de origen vegetal.
Esta práctica es una responsabilidad que como fabricantes debemos tomar en cuenta si queremos participar con éxito en el mercado actual de nuestra región, para lo anterior se sugiere no solo el llevar un programa de detección de estos compuestos a nivel laboratorio, sino también la inclusión de aditivos que eviten su absorción en los animales. No debe dejarse de lado también la adición de compuestos que actúen sobre los hongos en general. No debe dejarse de lado que la utilización de algunos ingredientes cuyo nivel de aflatoxinas es muy alto debe limitarse responsablemente en la formulación de alimentos para mascotas.
Conservación del alimento para mascotas
Otro punto extremadamente importante es la conservación de los productos alimenticios que se elaboran. Partimos que los alimentos para mascotas son altos en grasa lo cual deriva en una inclinación a su oxidación (rancidez). El efecto de la rancidez debe tomarse muy en serio ya que representa no únicamente una disminución en la palatabilidad sino también una degradación principalmente de los niveles de vitaminas liposolubles y una baja en la digestibilidad de las proteínas ya que pierden su solubilidad. La inclusión de antioxidantes en etapas tempranas de la producción de las grasas y las harinas de origen animal representan un pilar muy importante para poder lograr un alimento de calidad. El uso de antioxidantes en la formulación de nuestros productos debiese ser una práctica común, por supuesto todo esto basado en un trabajo de monitoreo en laboratorio de niveles de elementos resultantes de la descomposición por rancidez.
Calidad microbiológica
La calidad microbiológica de las materias primas también es una obligación que tenemos para con nuestros clientes, se deben monitorear los ingresos de ingredientes que tienen propensión a estar contaminados con microorganismos. Por supuesto debemos de estar muy atentos de los manejos de inventarios de esta materias primas (lotificación, uso, posible contaminación cruzada) y no debe dejar de mencionarse que si se manejan ingredientes cárnicos frescos, los estándares de recepción y manejo de materias primas deben ser muy altos.
El alcance de esta columna es limitado a la formulación e ingredientes, no obstante la seguridad alimentaria debe ser enfocada con una visión mucho más amplia, que involucre a todas las áreas de la empresa y esto se logra únicamente con la existencia de un sistema de calidad robusto, formado por procedimientos, especificaciones y protocolos que garanticen consistencia en los productos que elaboramos.
Para poder desarrollarnos y crecer necesitamos en verdad tener una cultura de responsabilidad que nos garantice que nuestros productos cumplen con las expectativas de los mercados en los que participamos.
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